La intervención del adulto para colaborar de manera positiva en el desarrollo del niño debe seguir ciertas pautas:
- Facilitar al niño ambientes tranquilos, acogedores y seguros donde no haya peligro. Evitarse continuos cambio de lugar donde vive o se mueve el niños y de personas que se encarguen de el, ya que esto podría afectar a su desarrollo.
- Dejar que el niño actúe de forma independiente y que vaya adquiriendo un poco de autonomía, cuando la edad y sus capacidades lo permitan.
- Hacer que la rutina diaria sea de alguna manera especial y motivadora y podemos hacer que tenga intencionalidad educativa, o sea que el niño aprenda algo todos los días.
- Hablar continuamente con el niño utilizando un lenguaje sencillo y claro pero no infantil.
- Procurar ejercitar los órganos de los sentidos en el niño.
- Que cualquier actividad se puede convertir en un juego. Evitar imposiciones en las actividades y facilitar que se relacione siempre que lo desee.
- El niño necesita saber que las personas que le cuidan están pendientes de él, tiene la necesidad de que hablen con él, le sonrían y se muestren satisfechos cuando hace algo (sobretodo en los primeros años)
- De la persona que se encarga de el depende en gran medida el desarrollo de las capacidades del niño. Se intentará crear ambientes adecuados para ello y que siga en lo posible las pautas expuestas.
- Contribuir en el desarrollo global de las capacidades del niño potenciando los siguientes aspectos del desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario